Había una vez una chica que se llamaba Alejandra. Ella tenía un ciervo llamado Juanito como mascota. Él era muy tramposo porque todos los días se robaba la comida de ella. Un día, Alejandra estaba frustrada con Juanito. Como propietaria, había soportado mucho y decidió dar palo a su mascota. Ella le dio el palo a Juanito por capricho porque él no era agradable con ella. Ella tenía asco de sus acciones de intolerancia y discriminación contra los otros ciervos. Juanito se sintió avergonzado pero siguió terco. Un día Juanito cosió una chaqueta para un pulpo, pero al pulpo no le gustó el trabajo que le había tomado mucho tiempo y trabajo, y se comió a Juanito. Juanito tomó un peregrinaje para volver de adentro del pulpo. Alejandra había estado triste por la pérdida de su única mascota, pero ahora se puso feliz. Ahora ella valorizaba mucho más a Juanito y los dos se abrazaron. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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Junio 2015
La claseEn este espacio, los estudiantes pondrán sus reflexiones sobre las películas que vemos y los temas relacionados con tales. Categories |